"el amor es la fuerza de todo... el amor corre por los abrojos y espinas y tropiezos"
"dejarse y no tener voluntad ninguna, sino toda en la voluntad de Dios"

Sierva de Dios Hermana María Cristina de Jesús Sacramentado

Carmelita Descalza del Monasterio de la Santísima Trinidad
San Fernando. Provincia de Cádiz. España

SUS ESCRITOS

En esta sección recogemos una selección de textos escogidos, apuntes espirituales, dichos y fragmentos de la abundante correspondencia epistolar de la Hermana Mª Cristina.

Nos parecía llegada la hora de sacar a la luz algo de la gran riqueza espiritual encerrada en estos escritos, muchos de ellos, hasta ahora, inéditos.

Nada como asomarnos a ellos para conocerla mejor. Ella, que en su infancia no aprendió a leer ni a escribir correctamente, que en su humildad se gozaba en decir que era “ruda e ignorante”, “un microbio”, desde la fuente de su profunda fe, iluminada por las gracias místicas que recibía, desde su sencillez y cercanía humana, nos ha dejado un entrañable magisterio espiritual.

Quién podría sospechar lo que le cuesta escribir cuando uno se encuentra con tantas cartas, con tantos apuntes, con tantos papeles escritos por Mª Cristina.

SOBRE LA VIRGEN

“Por el faro de María, ese Corazón amante de Madre, es el que ilumina a esta Isla, la Estrella, con su capa blanca, quiere cobijar a todos sus hijos. Invoquemos a María”.

“¡Qué grande es la Madre de Dios, mi Madre del cielo, mi Reina! Ella ¿qué me enseña? La humildad, la docilidad a la voluntad de Dios… Esa fortaleza de la Virgen sin desfallecer al pie de la Cruz… ¡Qué rica que es!”

“Que todos estemos pendientes a darle gusto al Purísimo Corazón Inmaculado de María”.

“¿Será que estamos gozando de lo que tanto deseamos? ¡Ay! nada más que pensar cuando veamos la Luz Divina de sus Pupilas y corramos hacia esa inmensidad divina de su amor misericordiosísimo, sin tropiezo ninguno sino seguir… ¡Ay chiquilla que me chuperreteo y relamo de contento!. Lo mismo que la Santísima Virgen presentó al Niño en el Templo, así nos presenta Ella al Padre”. 

“La asignatura para seguir a María es la obediencia, la humildad y la negación de todo”.

“Piensa un poco en la Virgen y encontrarás luz clara”.

“Nuestra Madre Inmaculada, ella sea la que te de lección de amor. ¡Qué buena Maestra!”.

“El amor es la fuerza de todo. El amor es la luz y la esperanza de aquel que tanto amamos; y el amor corre por los abrojos y espinas y tropiezos. Con que, de mucho Amor. Amor con María, amor con El y Amor todas unidas en un solo querer”.

“Mi queridísima, mi queridísima, mi queridísima hermana: El Sagrado Corazón de Jesús reine en tu alma. 

¡Que hermoso es ser otra María! y prepararle la corte escogida que tenga Nuestra Reina; ¡venga el reinado de Nuestra Señora! Te convido queridísima hermana, a unirnos a toda esa corte y así, estamos unidas las dos, y ahora estás tú en una sazón como nunca (…). Dirás, ¿ahora que estoy enferma, tan cojita, tan agotada? Pero el espíritu no se agota, la gracia de Dios reina en las almas sencillas.

Dejarse y no tener voluntad ninguna, sino toda en la voluntad de Dios, esa sea tu delicia. “fiat voluntas tua”, nunca pararse en si, sino siempre el amor, que es el brote. que seas otra María en silencio, como ella; y siempre decir: ¿Qué hacía ella?…

Ahora te explicaré un poquito de la Corte de Nuestra Señora. Consiste en un dejarnos; porque ahora en este mundo todo es querer hacer y un desbordamiento de deseos, todo por lo mejor, hablo de los buenos, la Corte de Nuestra Reina es dejarse, perderse, olvidarse de si, desaparecer por completo y no tener voluntad en nada, un muerto en la tierra y resplandeciente vivir en el Corazón divino de Jesús, para formar esa corte y venga el Reinado de Nuestra Reina; Reinado de corazones, pero que estén tan escondidos, como las piedras de los cimientos de la Giralda de Sevilla”.

“Como el lucero de la mañana -ese lucero que amanece cada día-, así alumbra María en mi alma”.

“Como los rayos que salen de las manos de nuestra Madre Inmaculada, así veo yo salir de la cruz la luz que fortalece al alma, que la abraza y acaricia con alegría”. 

Consejos a su familia

Consejos a sus bienhechores

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