Muchas
veces la hermana Cristina nos decía: |
|
"¿Qué
dice el Señor en el Evangelio? |
No
me elegisteis vosotras a mí, |
soy
yo, quién os he elegido…" |
|
"Nunca
podremos comprender la grandeza de nuestra vocación, |
siendo
pobres criaturas, |
qué
misión tan grande tiene en la Iglesia y en el mundo" |
|
"Una
Carmelita no tiene que hacer cosas extraordinarias, |
ni
grandes cosas, solamente, lo sencillo, lo de cada día, |
hacerlo
con la mayor generosidad." |
"Una
sola cosa: en el amor está todo. |
El
amor es el que da la luz. El amor es el que hace la cátedra
de la cruz, y |
en
el amor se encierra todo." |
|
"Un
detalle oculto de negación tiene una fuerza y es de un valor, |
que
si lo comprendiéramos bien, no dejaríamos pasar ni una ocasión".
|
|
Patio del convento, con la
imagen del Sagrado Corazón de Jesús. |
|
|
Él,
Jesús, enamoró un día el corazón de la Hermana Cristina y
le dijo: SÍGUEME… |
|
El
amor de su Dios fue desde entonces su alegría y su riqueza.
|
Él
nos ha elegido también a nosotras… |
Él,
el mismo ayer, hoy y siempre SIGUE LLAMANDO… |
|
Con
el salmista podemos cantar: |
|
"Dichoso
el que tú eliges y acercas para que viva en tus atrios…
|
Dichosos
los que viven en tu casa alabándote siempre. |
El
Señor es el lote de mi heredad". (Salmos 64,
83,15) |